No vamos a decir mucho sobre el tema, porque nos parece que ya está todo dicho. Para los que no sepan el intendente peronista de Maria Grande decidió que cerca de 1.000 libros ya no tenían nada que decir a nadie, y no contento con eso, en vez de donarlos a otras bibliotecas, reubicarlos, etc. decidió que lo mejor era quemarlos, si, quemarlos. No vamos a agregar nada más, solo decirle al intendente que si le gusta el fuego porque no se va al patio, se saca los zapatos, se rocia con dos o tres chorritos de alcohol y prende la mecha.
Nuestro abrazo a los amigos de Maria Grande que pudieron rescatar libros, y ponerlos a resguardo. Mas información en el Periodico Actividad de Maria Grande
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