NO AL IMPUESTO A LA CULTURA
Nosotros, los trabajadores de la cultura de la ciudad de Paraná declaramos nuestro repudio y disconformidad a la sanción de la Ordenanza que dispone la creación de un “Fondo de Ayuda para Personas con Capacidades Diferentes” presentado por la concejal Marta Alem (Frente Justicialista para la Victoria) y aprobado por unanimidad el pasado 23 de Julio. Este fondo se integrará a partir de la imposición de un gravamen del 5% a los espectáculos culturales, así: los espectáculos deportivos, funciones teatrales, peñas o festivales folclóricos, recitales musicales, reuniones bailables, desfile de modelos, funciones circenses y parques de diversiones. Se crea un fondo para las personas con capacidades diferentes con un “impuesto a la cultura”.
En primer término nuestra disconformidad no se dirige a la creación de un fondo de ayuda para las personas con capacidades diferentes de la cual el Estado debe ocuparse, sino que lo haga en detrimento de la actividad cultural a la que también debería proteger y promover.
Ello por parecernos absolutamente ilógico e irracional la implementación del mismo, en tanto la cultura es un derecho, tanto de los artistas como de los ciudadanos en general, así el Derecho de Acceso a la Cultura esta contemplado y protegido no sólo por la Constitución tanto Nacional como Provincial sino también por los Convenios Internacionales de Derechos Humanos, esto es la Cultura es UN DERECHO HUMANO FUNDAMENTAL por ello las actividades culturales no pueden ser base imponible de ningún gravamen, por el contrario deberían ser promovidas, estimuladas, subvencionadas, fomentadas.
Así, mientras la mayoría de las provincias y ciudades del país, con un importante desarrollo de la actividad, poseen fondos específicos destinados a la promoción de la cultura, en nuestra ciudad el único fondo existente (FEICAP) se encuentra suspendido a partir de la ordenanza de emergencia económica desde hace dos años. Resulta inexplicable que, además se planifique gravar la actividad cultural y deportiva para crear otros fondos cuya finalidad y necesidad no discutimos, afectando directamente al ciudadano y a los trabajadores de uno de los sectores más postergados de la ciudad como somos los actores, músicos, bailarines, plásticos, artistas de circo, directores, coreógrafos, sonidistas, entre otros.
Como consecuencia de la implementación de esta ordenanza se obligará a los hacedores culturales de la ciudad a asumir el costo de este impuesto ya que el valor de la entrada no podrá ser incrementado sin producir una merma en la cantidad de espectadores, precarizando así nuestros ya deficitarios medios de producción.
Confiamos en el buen criterio, en la buena predisposición de los distintos sectores políticos que integran el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad como al Poder Ejecutivo Municipal, para que revisen y revean esta medida a fin de que la misma no sea promulgada e instamos a construir un espacio de diálogo desde donde podamos pensar entre todos (ciudadanos-trabajadores-funcionarios) modos de defender y promover la cultura y asegurar su acceso a TODOS.