domingo, agosto 10, 2008

Caminantes en San Francisco

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Caminantes en Paraná y viento en San Francisco (Córdoba), viajamos al compás de los convites. La biblioteca popular Somos Viento, cumplió dos años de vida intensa y con esa fuerza organizó un cumpleaños concurrido de gentes, risas, músicas, palabras, tambores y todos los que se arrimaron entre los vientos favorables de otros lares. La murga “La Estación” (Córdoba), con la recuperación del carnaval y su trabajo en escuelas con niños; los “Del Puente” (Villa María, Córdoba), con su mirada puesta en el cine y en repensar los documentales como herramienta de lucha y transformación; la murga “Cosa de locos” con su esmerado y creativo trabajo con el colectivo Villa Los Galpones y pidiendo ayuda por familias que en alta Córdoba padecen desalojos y son víctimas del hambre; el centro cultural “Fernando Birri” (Santa Fe) con su variada gama de propuestas para el desarrollo de la expresión artística y sus reincidentes apuestas a la independencia y autonomía; “Carbón y sal” (Córdoba) la dinámica y divertida pareja de narradores que se autoafirman en la ubarnidad como marca y origen y apuestan a rescatar “lo escrito”; el centro cultural “Estación Esperanza” (Rafaela, Santa Fe) que en noviembre cumple un año y que podrán celebrar en el galpón que hace poco tiempo habitan con sus propuestas expresivas alternativas al circuito culturoso que se propone desde el Estado; “Juanito Laguna” (Santa Fe) de la asociación Chicos del Pueblo con su campaña constante contra el hambre; estudiantes de Trabajo Social (San Francisco) con sus proyectos de trabajo fuera de la academia y en consonancia con La luciérnaga, organización que se desprende de la revista de la calle cordobesa, también así llamada; los que viven la murga como herramienta de transformación social, “Ni lerda ni perezosa” otra murga cordobesa que se autodefine como grupo artístico social y político, empeñada en recuperar los espacios públicos como lugar de todos y todas ; trabajadores de la cultura que aportan cotidianamente a la construcción del espacio de la biblioteca Somos Viento, para que su razón de existir trascienda el mero servicio y se puedan experimentar otras vivencias y aprendizajes protagonizados por el teatro, la plástica, la música y la narrativa; y quienes escribimos, Los Caminantes con nuestros zapatos llenos de historias, olores, calles, plazas, lecturas, dibujos y caracoles.
Las confluencias pregonan las fuerzas de las correntadas. Decidir encontrarse a pensar que podemos hacer juntos no es casual. Parte de la tarde del sábado la aprovechamos para conversar y conocer acerca de las trayectorias de cada grupo. Pero la fiesta había comenzado antes con “La risa como principio revolucionario” un taller que vienen realizando los integrantes de la murga “Ni lerda, Ni perezosa”. ¿Que si nos reímos?... y además aprendimos unos pasitos de murga que ya andaremos ensayando por ahí. A la nochecita la fiesta se agrandaba y se arrimaban vecinos de la zona de San Francisco. Se animaron danzas al sonar del folclore y al percutir de los tambores brilló el candombe. Había empanadas, guiso de mondongo, vino tinto, gaseosas y fernet. Los narradores nos invitaron a un viaje de cuentos. “Somos viento” presentó las obras de teatro que vienen trabajando en el espacio de la biblioteca. Cruzamos producciones escritas y camisetas: una remera de Caminantes quedó en San Francisco. Alos grupos de música se sumaron músicos independientes y bailarines improvisados pero contentos de mover el esqueleto y de volver a encontrar en el bailoteo a murgueros, cuentacuentos, teatreros, escritores, lectores, tamborileros, niñas, niños, jóvenes, no tan jóvenes, viejos y espectadores. Todos, desde la actuación hasta la expectación de una u otra manera, la noche del 26 de julio, nos metimos en el baile.
Chin Chin por “Somos Vientos” Y que cumplas muchos años más!!!

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